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Flavivirus

La familia Flaviviridae contiene numerosos virus que infectan a mamíferos capaces de causar enfermedades en los humanos y animales. Son conocidos 69 patógenos pertenecientes a esta familia que consigue su nombre del virus de la fiebre amarilla ya que Flavus significa amarillo en latín.

CLASIFICACIÓN

La familia Flaviviridae contiene los siguientes géneros:

Género: Flavivirus

a) Transmitidos por garrapatas

b) Transmitidos por mosquitos

Género: Hepacivirus

Género: Pestivirus

ESTRUCTURA

GENOMA

REPLICACIÓN

FIEBRE AMARILLA

1. Epidemiología

La fiebre amarilla solo ocurre en África, Sudamérica, Centroamérica y el Caribe, en zonas de clima tropical.

Es transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti y otros mosquitos de los géneros Aedes, Haemagogus y Sabethes, los cuales abundan en zonas húmedas, alrededor del agua estancada.

2. Clínica.

Si una persona es picada por un zancudo infectado, los síntomas generalmente se desarrollan entre 3 y 6 días más tarde. La duración de la enfermedad en caso de curación es de una a dos semanas.

La fiebre amarilla tiene tres etapas:

a) Etapa temprana: son frecuentes el dolor de cabeza, los dolores musculares y articulares, el sofoco, la inapetencia, el vómito y la ictericia. Después de aproximadamente 3 a 4 días, a menudo los síntomas desaparecen brevemente (remisión).

b) Período de remisión: después de 3 a 4 días, la fiebre y otros síntomas desaparecen. La mayoría de las personas se recupera en esta etapa, pero otros pueden progresar a la tercera etapa que es la más peligrosa (etapa de intoxicación) dentro de las siguientes 24 horas.

c) Período de intoxicación: se presenta disfunción multiorgánica. Esto puede incluir insuficiencia hepática, renal y cardíaca, trastornos hemorrágicos, hemorragia y disfunción cerebral incluyendo delirio, convulsiones, coma, shock, y la muerte.

La fiebre amarilla varía en severidad:

a) Forma leve: Es poco característica y sólo se sospecha en zonas endémicas y especialmente durante las epidemias. Comienza bruscamente con fiebre elevada, escalofríos y cefalea. Pueden existir, además, mialgias, náuseas, vómitos y albuminuria. Suele durar de 1 a 3 días y curar sin complicaciones.

b) Forma grave o clásica. Tras un período inicial similar al anterior, en el que pueden existir además epistaxis y gingivorragia, se produce un descenso febril (remisión). A continuación reaparece la fiebre, se instaura ictericia (100% de los casos) y puede aparecer insuficiencia hepática o renal con proteinuria (90%) y agravamiento de la diátesis hemorrágica, con epistaxis abundantes, gingivorragia, punteado hemorrágico en el paladar blando y hematemesis de sangre negra y coagulada (vómito negro) (20% de casos). Un signo clínico clásico es la existencia de bradicardia relativa a pesar de la fiebre elevada (signo de Faget). Al inicio existe leucopenia con neutropenia. Los restantes parámetros bioquímicos traducen sólo la existencia de fallo orgánico único o múltiple (generalmente hepático o renal) y deshidratación (alteraciones iónicas y del equilibrio acidobásico).

Las infecciones graves con sangrado interno y fiebre (fiebre hemorrágica) son mortales hasta en la mitad de los casos.

Las posibles complicaciones son:

3. Diagnóstico

El diagnóstico en zonas endémicas suele establecerse a partir de los datos clínicos.

La confirmación del diagnóstico requiere la demostración de la presencia del virus de forma indirecta o directa.

a) Pruebas serológicas (pruebas más utilizadas)

b) Aislamiento viral: útil en casos de sospecha de Fiebre Amarilla en pacientes virémicos (consulta temprana).

c) PCR: en sangre, con poca experiencia clínica a la actualidad.

4. Tratamiento

No existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla. En los casos graves está indicado el tratamiento sintomático y de soporte. El tratamiento de los síntomas puede incluir:

5. Prevención

El mejor método de control es la vacunación de la población receptiva (habitantes de zonas endémicas y viajeros a éstas). La vacuna es del virus atenuado y es eficaz desde los 10 días hasta diez años después de colocada. Produce inmunidad en más del 95 % de los vacunados.

También son eficaces las medidas de control que se basan en el aislamiento de los enfermos para evitar en lo posible que sean picados de nuevo por los mosquitos vectores, así como en la desinsectación, el control de mosquitos y el empleo de medios que eviten las picaduras (ropa protectora, repelentes, redes), aunque estas últimas no siempre son eficientes en el control del mosquito.

DENGUE

1. Epidemiología.

El dengue es una enfermedad viral aguda, producida por el virus del dengue, transmitida por el mosquito Aedes aegypti o el mosquito Aedes albopictus que se crían en el agua acumulada en recipientes y objetos en desuso. El mosquito al picar a una persona enferma con dengue, incuba el virus por 1 a 2 semanas (incubación «extrínseca» del virus). El periodo de vida del insecto varia de 1 a 4 semanas (se alarga a mayor humedad).

La enfermedad posee una extensión geográfica similar a la de la malaria, pero a diferencia de ésta, el dengue se encuentra en zonas urbanas en la misma de los países tropicales. Es predominante en áreas tropicales y subtropicales (África, norte de Australia, Sudamérica, Centroamérica y México).

El dengue es causado por cuatro serotipos del virus del dengue: DEN-1, DEN-2, DEN-3 ó DEN-4.

El diagnóstico de laboratorio se puede realizar por distintas formas, que se agrupan en métodos directos e indirectos.

2. Clínica

La infección por el virus del dengue puede ocasionar cuadros asintomáticos hasta cuadros de hemorragia y shock que pueden evolucionar al óbito. Hasta en el 80% de los casos la enfermedad puede ser asintomática o leve, incluso pasando desapercibida.

La definición de caso probable de dengue Un cuadro de fiebre de hasta 7 días, de origen no aparente, asociado a la presencia de dos o más de los siguientes:

La definición de dengue grave es a partir de extravasación de plasma conducente a shock o acumulación de líquidos (edema) con dificultad respiratoria.

3. Diagnóstico.

El diagnóstico en zonas endémicas suele establecerse a partir de los datos clínicos.

La confirmación del diagnóstico requiere la demostración de la presencia del virus de forma indirecta o directa.

Dentro de los métodos directos tenemos:

Métodos indirectos:

4. Tratamiento.

5. Prevención.

Por el momento, no se dispone de una vacuna certificada contra el dengue. Una vacuna efectiva debe ser tetravalente, proporcionando protección contra los cuatro serotipos, porque un anticuerpo del dengue heterotípico preexistente es un factor de riesgo para el dengue grave.

Las medidas preventivas utilizadas:

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