1. INTRODUCCIÓN.
Todo el personal que esta en el laboratorio, trabajando con muestras biológicas, está expuesto a una serie de riesgos infecciosos a partir de las muestras clínicas y los cultivos. Los agentes peligrosos pueden transmitirse, en el laboratorio, por vía respiratoria (inhalación), vía parenteral (inoculación) y vía dérmica (a través de la piel).
El riesgo de adquirir estas infecciones se pone de manifiesto indirectamente comparando la incidencia entre los microbiólogos clínicos y la población en general, que es mayor en los primeros. La infección del microbiólogo se produce en función de la interacción de cuatro factores: extensión de la contaminación, vía de la infección, virulencia del microorganismo y finalmente susceptibilidad del huésped.
1. Cuantía de la contaminación.Cuantos microorganismos se han vertido al exterior. 2. Vía de infección a) Inhalación: tuberculosis por núcleos gotículas. b) Ingestión: salmonelosis por transmisión mano boca. c) Piel intacta: tularemia. d) Inoculación directa: mordeduras de animales, agujas cristales, rotos. 3. Virulencia del microorganismo a) Grado de virulencia. b) Dosis infectante. 4. Susceptibilidad del huésped a) Susceptible o inmune por vacunación o infección previa |
La OMS entiende como muestra biológicas cualquier material de origen humano o animal enviado al laboratorio con fines de diagnóstico.
2. ANÁLISIS DE LAS CAUSAS.
Solamente un 20% de los casos presentan una causa conocida atribuyéndose el 80% a causas desconocidas. Las cinco causas más frecuentes reconocidas de las infecciones de laboratorio son las que se muestran en la siguiente tabla.
Causa del accidente | % |
Aspiración | 4.7 |
Inoculación accidental por jeringa | 4.0 |
Mordeduras de animales | 1.4 |
Proyección del contenido de jeringas | 1.2 |
Accidentes en centrífugas | 0.8 |
Otras causas encontradas son: cortes o escoriaciones de la piel con vidrio contaminado, cortes con instrumentos usados en la autopsia, salpicaduras o derrames de cultivos patógenos en la mesa de trabajo. Mediciones ambientales cualitativas y cuantitativas de aerosoles microbiológicos han permitido demostrar que operaciones como la centrifugación, el flameado, y agitación, generan al medio ambiente aerosoles con capacidad infectiva, con distribución de tamaño de partícula suficiente para permitir su entrada en el pulmón.
3. AGENTES BIOLÓGICOS.
Según la Directiva 90/679/CEE se incluyen dentro de la definición de Agentes Biológicos a los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, a los cultivos celulares y a los endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad; se entiende por microorganismo toda entidad microbiológica, celular o no, capaz de reproducirse o de transferir material genético, y por cultivo celular el resultado del crecimiento “in vitro” de las células derivadas de organismos multicelulares.
3.1. FRECUENCIA.
De acuerdo con los datos publicados referentes a las infecciones contraidas en el laboratorio, los agentes biológicos involucrados, por orden de importancia, son los siguientes: bacterias, virus, rickettsias, hongos, parásitos, clamidias.
Grupo | Nº de especies | Nº de casos (< año 1979) | Agentes |
Bacterias | 37 | 1729 | Brucella, Mycobacterium tuberculosis, Salmonella, E. coli |
Virus | 85 | 1179 | Virus de la hepatitis B, VIH, virus de la rabia |
Rickettsias y clamidias | 10 | 720 | Tifus exantemático |
Hongos | 9 | 354 | Candida albicans, Histoplasma capsulatum, Aspergillus, etc |
Parásitos | 17 | 116 | Entoameba histolytica, Leishmania, Trypanosoma, Schistosoma, Ancylostoma |
Aunque han intervenido 158 especies de microorganismos diferentes, 10 de ellos han producido el 50% de los casos y el 29% de las muertes.
Infección | Número de casos | Número de muertes |
Brucelosis | 426 | 5 |
Fiebre tifoidea | 283 | 20 |
Fiebre Q | 280 | 1 |
Hepatitis | 268 | 3 |
Tularemia | 225 | 2 |
Tuberculosis | 194 | 4 |
Dermatomicosis | 162 | 0 |
Encefalitis equina venezolana | 141 | 1 |
Psitacosis | 116 | 10 |
Coccidioidomicosis | 93 | 2 |
3.2. DISTRIBUCIÓN EN FUNCIÓN DEL TIPO DE TRABAJO.
La frecuencia de infecciones es diferente en función de la finalidad del trabajo realizado. En la actividad investigadora es donde se han registrado el mayor número, suponiendo el 60% de las infecciones descritas. Estos se explica si tenemos en cuenta que en la investigación se utilizan grandes inóculos de microorganismos virulentos y sobre todo de especies desconocidas o nuevas y que estas infecciones al ser una novedad se publican siempre. Sin embargo, las infecciones adquiridas en el curso de trabajos de microbiología son el 17% de las descritas, 6% para la microbiología con fines docentes e industriales.
3.3. DISTRIBUCIÓN POR DÉCADAS.
Las infecciones de etiología bacteriana ya tenían una incidencia alta antes de 1925, y está ha aumentado en las décadas siguientes para alcanzar un máximo en 1944-1954. a partir de entonces se registra un descenso considerable para alcanzar el más bajo nivel en 1965-1974.
Las infecciones por virus, clamidias y rickettsias no se registran hasta 1925 y alcanzan un máximo en la década 1945-1954. Mientras los virus son en la actualidad la causa más frecuente de infecciones en el laboratorio, los otros microorganismos han perdido importancia.
Los virus representan hoy el principal grupo etiológico por varias razones:
a) Muchos de los investigadores proceden del campo de la bioquímica, no tienen hábitos de trabajo microbiológico.
b) Se trabaja con concentraciones muy elevadas de virus.
c) Se han conseguido híbridos o virus nuevos con un riesgo potencial en su manejo aun desconocido.
d) Se utilizan líneas celulares tumorales que pueden contener virus como el de la cariomeningitis linfocitaria.
e) Se emplean cultivos celulares primarios de monos que pueden contener virus extraordinariamente peligrosos como el herpesvirus B.
En resumen, podemos afirmar que se ha producido un descenso en el número de infecciones producidas por bacterias y rickettsias en las dos ultimas décadas, mientras que las producidas por hongos y virus se han mantenido prácticamente constantes.
4. VÍAS DE ENTRADA.
a) A través de la piel o las mucosas: inoculación directa con jeringa, instrumentos cortantes o trozos de cristal. Es mucho menos peligroso el contacto con cultivos en medios líquidos o sólidos, aunque el microorganismo depositado en la piel pueda penetrar a través de pequeñas lesiones o por medio de las manos contaminar la boca o ser inhalado al secarse. Se puede evitar esta contaminación con la utilización de bata, guantes, desinfección del banco de trabajo, eliminación adecuada del material contaminado y el lavado de las manos tras finalizar el trabajo. La conjuntiva es una barrera menos efectiva que la piel, y es más fácil adquirir infecciones por esta vía. La protección necesaria se consigue con el uso de gafas y evitando tocarse los ojos durante el trabajo en el laboratorio.
b) A través del tubo digestivo: pipetear con la boca, tocarse la boca con los dedos, mascar chicle, comer, fumar o chupar el lápiz o bolígrafo durante el trabajo. Ejemplo: microorganismos que parasitan la faringe o el intestino como Streptococcus pyogenes y Salmonella.
c) A través del aparato respiratorio: inhalación de aerosoles formados en procesos de centrifugación, mezclado, trituración, etc. Ejemplo: Salmonella typhimurinum, M. tuberculosis, Brucella, B. antracis, Clamydia, Yersinia pestis, Rickettsia. Esta vía es la más importante debido a la facilidad con la que se producen aerosoles durante la realización de técnicas habituales de laboratorio y a la facilidad que tienen de establecer infección pulmonar muchos microorganismos, una vez llegados al alvéolo pulmonar.
La importancia relativa de cada vía no está claramente determinada.
Origen | % |
Accidente | 17.9 |
Animales o ectoparasitos | 16.8 |
Muestras clínicas | 7.3 |
Material de vidrio contaminado | 1.2 |
Necropsias humanas | 1.9 |
Infección intencionada | 0.5 |
Aerosoles | 13.3 |
Trabajo con el microorganismo | 21.1 |
Otras | 0.4 |
Desconocidas o no comunicadas | 19.6 |